jueves, 16 de febrero de 2012

Una excelente ocasión... para ponernos a prueba

La "impartición" de  la materia de Psicología constituye una estupenda ocasión para poner a prueba nuestros conocimientos, destrezas y habilidades como orientadores y como docentes. El marco no puede ser más favorable: materia optativa de bachillerato, pocos alumnos, pocas horas de clase y suficiente margen de maniobra para enfocar las clases como mejor nos parezca.

En mi caso, llevo ya más de 10 años dando esta materia y cada nuevo curso se me plantean nuevos retos, nuevos interrogantes sobre la forma más idónea de encararla.

Por una parte echar mano de las posibilidades que ofrece la Red, consituye una gran ventaja a la hora de acercar a nuestros alumnos vídeos, montajes audiovisuales e información de los últimos avances en neurociencias, por poner un ejemplo.

Por otra, la posibilidad de ensayar distintas dinámicas grupales y facilitar la participación y colaboración del alumnado en algunas propuestas didácticas, nos permite contrastar el ajuste entre teoría y práctica en esta materia.

Todo ello sin olvidar la importancia de la metodología que se emplee y siempre aprovechando los últimos avances en neuroeducación ya que, tal como explica Francisco Mora (Universidad Complutense de Madrid), "la enseñanza tiene una lección importante que recordar: sólo se puede aprender aquello que se ama".

Dos son las observaciones que más me han llamado la atención de sus comentarios:

1º.- Que nadie puede aprender nada, a menos que aquello que se vaya a aprender le motive, le diga algo, posea algún significado que le encienda emocionalmente.
2º.- El cerebro necesita repetición de todo aquello que se tiene que aprender. Sólo con ella se podrá recordar bien después y, quizás, de por vida.

Comparto totalmente la opinión de Mora y, en mi propia práctica siempre lo he tenido presente, (aunque reconozco que más la primera condición que la segunda)

En todo caso, me llama poderosamente la atención que, disponiendo de un banco de pruebas tan concreto y específico como son nuestras clases de Psicología, el colectivo de orientadores no le estemos sacando más provecho, más rendimiento, a la experiencia colectiva que día a día mantenemos cada uno de nosotros con nuestro grupo de alumnos. En el año español de las neurociencias, quizás nosotros también tengamos que plantearnos si nuestra actuación como grupo de profesionales se rige o no por los principios surgidos de estas novedosas disciplinas. Si no fuera así, quizás estemos desaprovechando un enorme potencial de mejora en nuestra propia práctica profesional.

Un saludo, compañeros y compañeras.
José Luis Pueyo

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