jueves, 13 de septiembre de 2012

Reflexiones...

Bienvenidos a todos a este nuevo curso escolar, que si bien está siendo algo caótico, y desmotivante para muchos, no debemos olvidar que tenemos que seguir actiivos en la lucha para la defensa de la Educación pública, algo en lo que creemos todos.

Esta entrada va a ser muy corta. Tan solo hacer una pequeña reflexión que me apetecía compartir con otros compañeros, orientadores y profesionales de la enseñanza. 

Este es mi primer año en el que repito en un centro en el que ya había estado (obvio que soy interina), y he sentido una gran satisfacción, al conocer a la mayoría de alumnos, compañeros y por supuesto el equipo directivo. He podido "funcionar" desde el primer momento, incluso antes... Por ello quería destacar la importancia que tiene la continuidad de los profesores en un centro, y especialmente del orientador, para poder hacer un seguimiento de los alumnos con los que intervenir (a los que posiblemente les cambiamos un poquito la vida), para proseguir con losla multitud de programas en los que participamos y avanzar en la gran variedad de proyectos que habitualmente coordinamos. 

Sé que es complicado, pero considero que se debería tratar de que la figura del orientador fuera fija, o al menos que permaneciera durante algunos años, para poder comprobar la evolución de sus intervenciones. 

A veces siento que mi trabajo queda inconcluso...

No pido nada, tan solo quisiera invitar a la reflexión...

Gracias por leer y seguir el blog

Natalia Alcalde


lunes, 11 de junio de 2012

Muchas gracias por compartir

Hola,
Sólo os quiero dar las gracias a todos los que compartís vuestras ideas, inquietudes y proyectos y hacéis más fácil la comunicación y la participación. Todo ello nos acerca un poco más a encontrar juntos los caminos, las soluciones y las respuestas  a los interrogantes y retos de nuestro tiempo.

Es un placer leer vuestras entradas en el blog ya que uno se contagia de actitud y energía positiva al ver cómo los demás comparten lo mejor de sí mismos. Muchas gracias a Jose Luis por impulsar la idea y a los demás por mantenerla viva.

Os paso un par de enlaces por si los véis de interés. 


El primero es la web de orientación que hemos hecho este curso en el IES Tubalcaín como herramienta de ayuda a los procesos de orientación académica y profesional.



https://sites.google.com/site/calidadyorientacion/home

El segundo es la web del Proyecto Moncayo con el que se pretende elaborar una Guía para la Autoevaluación, Calidad y Mejora de los Servicios de Orientación en Educación Secundaria.

Estáis todos invitados a participar en el Proyecto a través del formulario para orientadores y de la Guía de validación de los cuestionarios.

¡Entre todos, podemos!
Gracias y que tengáis un Feliz final de curso!
Jesús Zapatero

sábado, 9 de junio de 2012

Fin de curso




Van llegando estos días calurosos. Estos días en los que el instituto se convierte en un horno, donde apenas corre el aire y los alumnos alborotan por los pasillos deseando que termine el curso.
Los profesores van terminando de corregir sus montones de exámenes, y preparándose para las evaluaciones finales.
Son días en los que los orientadores tenemos decenas de  informes por escribir, varias evaluaciones a las que asistir, reuniones con padres, profesores, alumnos… Son días en los que sales del instituto con una ligera sensación de agobio, estrés… Días en los que tu tiempo se convierte en oro, y la forma de optimizarlo es lo primordial.
Algunos de estos días me siento cansada, agobiada, estresada.
Sin embargo, también son días de grandes satisfacciones. Esa alumna de tercero de ESO que, gracias a tus consejos sobre técnicas de estudio, ha conseguido superar el curso. Ese alumno que ha mejorado su comportamiento influido por tus charlas. Esos otros que acuden a tu departamento con la esperanza de que les digas que les vas a hacer un informe positivo para ir al PCPI… Esos alumnos que han empezado a encontrarle un sentido a continuar en el  instituto…
Son pequeñas cosas que a mí me hacen muy feliz. Y ayudan a olvidarme de los agobios y las prisas. Al final nuestro trabajo merece la pena, y considero que la satisfacción general de los alumnos a los que atendemos, es nuestra mayor recompensa.
Ayer mismo llamaron a la puerta de mi departamento. Se trataba de los alumnos de segundo de Bachillerato, que ya están encaminándose hacia la temida selectividad. Traían una rosa para la orientadora, con una nota que decía: “Gracias por tu paciencia y por ayudarnos tanto. En definitiva, por hacernos la vida un poco más fácil”.
Su gesto de agradecimiento es mi mayor satisfacción. Probablemente mis consejos y mi ayuda sea tan solo una mínima parte de su formación como personas, pero con eso me basta. La alegría de sentir que somos importantes para estos chic@s en algún momento de su vida, es uno de los principales motivos por los que este trabajo me gusta tanto.
Es más que un trabajo. Es una vocación.

Natalia Alcalde

sábado, 31 de marzo de 2012

El camino está marcado. Todos/as podéis continuarlo

Con esta última entrada doy por finalizada la primera etapa en la elaboración del blog "Yo, orientador/a, libro de casos".

A la vista de las temáticas tratadas, todavía me reafirmo más en la idea de que un medio como éste puede ser de gran utilidad para intercambiar experiencias y para mostrar a otros/as orientadores/as -y al público en general- nuestras preocupaciones diarias, nuestros afanes, proyectos y expectativas.

De la experiencia he sacado varias conclusiones, siendo una de ellas que el colectivo de orientadores no es que sea remiso a plasmar por escrito sus vivencias sino que, simple y llanamente, no encuentran tiempo para escribir porque bastante tienen con acudir a la multitud de tareas que reclama su trabajo.

También he concluido que escribir en un blog requiere cierta familiarización con este medio y muchos de los compañeros y compañeras todavía no se deciden a usar esta vía privilegiada de intercambio de opinión e información.

Por ese motivo, creo que es conveniente sacar el blog del ámbito restringido de nuestro colectivo y abrirnos a todo el mundo haciéndolo público.

Comienza pues otra etapa en la que todos estáis invitados a plasmar vuestras reflexiones sobre este trabajo apasionante que, sobretodo, busca mejorar el mundo ayudando a mejorar a las personas.

Un cordial saludo. José Luis Pueyo

jueves, 15 de marzo de 2012

La selección de alumnos para diversificación

Si alguna de las funciones de los orientadores quedaron claras desde el principio, la colaboración en la mejor selección de los alumnos de diversificación fue, sin duda, una de las más importantes.

Sin embargo, a lo largo de mi trabajo como orientador, he constatado como, en ocasiones, algunos compañeros que imparten clase en diversificación plantean la idoneidad o no de que determinados alumnos se hayan incluido en el programa.


"Fulanito no da el perfil de diversificación" -suelen comentar- o "La selección de este año no se ha realizado adecuadamente"

En esos casos, yo siempre me hago el mismo planteamiento:

1º.- Que el equipo docente es el órgano encargado de realizar la propuesta de alumnos que van a cursar el programa.

2º.- Que la evaluación psicopedagógica que corresponde al orientador debe servir, en todo caso, para aportar información adicional relevante para la mejor ubicación del alumno.

3º.- Que la propia norma que regula la diversificación indica bien a las claras que podrán participar en el programa los alumnos con dificultades de aprendizaje "sea cual sea su causa".

Teniendo bien claras estas premisas, evitaremos posibles malentendidos respecto a la parte de responsabilidad que corresponde al orientador al adscribir o no a un determinado alumno al programa de diversificación.

sábado, 25 de febrero de 2012

El Departamento de Orientación

¿No sería ya hora de revisar las funciones y el sentido de muchas actividades que se realizan en el D.O.?
¿No va siendo hora de recoger la experiencia de más de 20 años de funcionamiento de estos departamentos e iniciar un proceso de evaluación y mejora?

La verdad es que, después de los vaivenes de las distintas leyes y disposiciones legales en educación, surgidas, cada una de ellas, del color del gobierno de turno, el sedimento que va quedando, en lo referido a la orientación, no es, que digamos, muy conocido.

¿Cuál es la realidad, qué es lo que se cuece en las reuniones del D.O.? ¿Nos hemos quedado tan solo con la función de trasmitir a nuestros compañeros lo que se habla en las CCP´S? ¿Realmente constituímos un departamento? ¿Trabajamos como un grupo compacto con unos objetivos compartidos o, simplemente, somos un agregado de profesionales reunidos en torno a las siglas D.O.?

Atrás quedó el intento de regular con una norma específica (Decreto de Orientación) el funcionamiento de nuestros departamentos. Pero todavía sigue siendo posible generar nuevas ideas, nuevos enfoques y aportaciones a un departamento que, con el curso de los años ha ido perdiendo, a mi entender, lo que constituye el núcleo de su función: saber hacia dónde queremos ir.

jueves, 16 de febrero de 2012

Una excelente ocasión... para ponernos a prueba

La "impartición" de  la materia de Psicología constituye una estupenda ocasión para poner a prueba nuestros conocimientos, destrezas y habilidades como orientadores y como docentes. El marco no puede ser más favorable: materia optativa de bachillerato, pocos alumnos, pocas horas de clase y suficiente margen de maniobra para enfocar las clases como mejor nos parezca.

En mi caso, llevo ya más de 10 años dando esta materia y cada nuevo curso se me plantean nuevos retos, nuevos interrogantes sobre la forma más idónea de encararla.

Por una parte echar mano de las posibilidades que ofrece la Red, consituye una gran ventaja a la hora de acercar a nuestros alumnos vídeos, montajes audiovisuales e información de los últimos avances en neurociencias, por poner un ejemplo.

Por otra, la posibilidad de ensayar distintas dinámicas grupales y facilitar la participación y colaboración del alumnado en algunas propuestas didácticas, nos permite contrastar el ajuste entre teoría y práctica en esta materia.

Todo ello sin olvidar la importancia de la metodología que se emplee y siempre aprovechando los últimos avances en neuroeducación ya que, tal como explica Francisco Mora (Universidad Complutense de Madrid), "la enseñanza tiene una lección importante que recordar: sólo se puede aprender aquello que se ama".

Dos son las observaciones que más me han llamado la atención de sus comentarios:

1º.- Que nadie puede aprender nada, a menos que aquello que se vaya a aprender le motive, le diga algo, posea algún significado que le encienda emocionalmente.
2º.- El cerebro necesita repetición de todo aquello que se tiene que aprender. Sólo con ella se podrá recordar bien después y, quizás, de por vida.

Comparto totalmente la opinión de Mora y, en mi propia práctica siempre lo he tenido presente, (aunque reconozco que más la primera condición que la segunda)

En todo caso, me llama poderosamente la atención que, disponiendo de un banco de pruebas tan concreto y específico como son nuestras clases de Psicología, el colectivo de orientadores no le estemos sacando más provecho, más rendimiento, a la experiencia colectiva que día a día mantenemos cada uno de nosotros con nuestro grupo de alumnos. En el año español de las neurociencias, quizás nosotros también tengamos que plantearnos si nuestra actuación como grupo de profesionales se rige o no por los principios surgidos de estas novedosas disciplinas. Si no fuera así, quizás estemos desaprovechando un enorme potencial de mejora en nuestra propia práctica profesional.

Un saludo, compañeros y compañeras.
José Luis Pueyo

lunes, 30 de enero de 2012

Apoyando la convivencia desde el departamento de orientación

Este año es el 5º curso en mi instituto "Río Gállego" y, desde que llegué he estado directamente vinculado con el tema de la convivencia. Al principio fue de forma casual: el director me propuso continuar con el trabajo que había realizado la anterior orientadora: Isabel Tolosana, invitándome a realizar los trámites para solicitar, ese mismo año, un proyecto de formación en centros para la mejora de la convivencia.

La verdad es que no me lo pensé mucho. Dentro de la visión estratégica que debemos tener los orientadores, vi una buena manera de integrarme mejor en el centro y de estrechar la relación con los compañeros. Así es que acepté.

Ese primer año se formó un grupo de 9 profesores que dedicamos un total de 50 horas a reuniones y formación para elaborar el Plan de convivencia del centro. La verdad es que ese curso fue una auténtica paliza ya que las reuniones eran por la tarde.

El segundo año dedicamos menos horas (20), pero se incrementó el número de profesores: 17 en total. Los objetivos que se plantearon consistían en apoyar la nueva Comisión de Convivencia, apoyar también el Aula de Convivencia y plantear iniciativas de mejora de la convivencia en el centro.

El tercer curso (09-10) se planteó con un formato similar al anterior. Se dedicaron 30 horas a la formación y participaron 15 profesores. Se realizó también el primer curso de formación de alumnos/as mediadores/as.

El cuarto curso (10-11) hubo que incrementar notablemente el número de los profesores inscritos para acogernos a las nuevas condiciones de solicitud de los proyectos de formación. En total participamos ese año 20 profesores, realizando 20 horas de formación. Este curso salió la segunda promoción de alumnos mediadores y la primera de alumnos colaboradores.

El trabajo realizado todos estos años se ha ido sedimentando poco a poco y los avances en la convivencia han sido significativos. Lo más importante es que este curso 11-12 decidimos constituirnos en seminario de convivencia y realizar una gestión integrada de la convivencia más pegada al día a día.

No quiero explayarme en la explicación de todas las actuaciones de convivencia realizadas en el centro a lo largo de estos años, ya que para eso están las memorias. Resumiendo diré que los  programas que se han ido instituyendo y siguen funcionando son: la tutoría de acompañamiento, la mediación entre iguales y los alumnos colaboradores.

Mi rol durante todos estos años ha sido el de impulsar y coordinar las distintas actuaciones de formación y mantener el empuje de los programas que se han puesto en marcha.

Después del rodaje inicial, en la actualidad ya no me interesa que participe mucha gente en el seminario sino invitar a aquellos/as profesores/as más concienciados con el tema y con los que tenga más "feeling". De hecho, este año he preferido que sea coordinadora del seminario una profesora también muy implicada en estas temáticas y creo que ha sido un acierto.

He aprendido mucho con todo este proceso y, como sabéis, esta tarea siempre es susceptible de mejora, pero si algo me queda claro es la necesidad de aceptar los retos, asumir el liderazgo y mantener el pulso y la intensidad del trabajo a lo largo de varios años. Os aseguro que de esta forma, se acaban obteniendo resultados.

Un saludo, compañeros y compañeras.

José Luis Pueyo

viernes, 13 de enero de 2012

Bones

Algunas tardes suelo ver en la tele la serie "Bones". Casi nunca termino los episodios pero, en ocasiones, la trama y el argumento me llegan a cautivar. Entonces visualizo completo el capítulo.

Son muchas cosas las que me llaman la atención en esta serie: los protagonistas parecen todos modelos, son superlistos, analizan las pruebas hasta en su más mínimo detalle... y se entrevistan en muchas ocasiones con los padres de hijos díscolos o descarriados.

Y aquí es donde viene la similitud, el parecido, que quiero traer a colación, de la serie con nuestro trabajo. Sobretodo en el apartado de entrevistas que es el que me parece más sabrosón y el que, a mi entender, tiene más paralelismos con nuestra profesión de orientadores.

Porque suele ocurrir en muchas ocasiones, que, hasta que se desenmascara la cruda realidad de los hechos, muchos individuos y parejas insisten en mantener ante los investigadores una versión de los hechos equívoca e increíble a todas luces.

Afortunadamente la perspicacia de Booth y de la doctora Brennan y la acumulación de pruebas y evidencias contribuyen a desenmarcarar, en un plisplás las fantasiosas y cambiantes declaraciones de los hijos o de sus progenitores.

¿No os ha ocurrido en más de una ocasión que en alguna entrevista con padres o con alumnos captáis claramente que lo que allí se está diciendo no se corresponde en absoluto con la realidad? ¿No hemos intuído todos y todas en innumerables ocasiones que ciertas versiones que se manifiestan sobre tal o cual hecho están claramente sesgadas cuando no manifiestamente maquilladas?

Es en esos momentos de confusión y de enmarañados argumentos cuando me gustaría poseer la inteligencia, los medios y los recursos con los que cuentan nuestros protagonistas del Forensic antropology at Smithsonian.

A buen seguro que, de contar con ese apoyo, en lugar de perdernos en rodeos innecesarios, una parte importante de nuestro tiempo de trabajo quedaría liberada y podría dedicarse a enfrentar con más eficacia los retos diarios con los que nos tenemos que enfrentar.

domingo, 1 de enero de 2012

Las alegrías de la orientación

A pesar de que nosotros mismos insistimos en la importancia de ser positivos, soy consciente, que, a la hora de plasmar nuestras experiencias personales y profesionales como orientadores, siempre aparece cierto sesgo de "problematicidad" en los casos que presentamos.

Es algo casi inevitable: quizás evolutivamente nuestro cerebro se ha decantado más hacia la detección de problemas que a la atención a los aciertos. Como una parte importante de nuestra tarea la dedicamos a intentar solucionar contenciosos y cerrar conflictos pues, es lógico que hablemos habitualmente de los mismos y que nos ocupen mucho tiempo. Sin embargo, en el desempeño de nuestra profesión también tienen cabida muchas alegrías y momentos "con encanto" que nos hacen renovar la ilusión por este trabajo tan intenso y gratificante.

Cómo no recordar en nuestra ya dilatada trayectoria aquel chico que, en parte, gracias a nuestros consejos y trabajo continuado poco a poco fue cambiando su conducta y mejorando su comportamiento. O aquellos otros casos en los que después de un intenso trabajo durante varios cursos, por fin se consiguieron reencauzar. Por no hablar de los cientos y cientos de alumnos y alumnas que han recibido nuestros consejos y recomendaciones y que, seguro, seguro, en un porcentaje que nunca podremos conocer con precisión, se beneficiaron de los mismos y los integraron en su renovado enfoque vital.

Y qué decir de nuestra tarea con el resto de miembros de la comunidad educativa: padres, profesores y resto de personal de los centros. No cabe duda que para ellos somos una referencia importante. Nuestra atención hacia ellos y las relaciones que establecemos son, igualmente, una fuente de alegría y gratificación cuando logramos construir una relación sincera y constructiva. 

Lo cierto es que, cuanto más me implico en mi trabajo y más me creo lo que hago, más satisfacciones me reporta mi profesión. Sí, es verdad, las dificultades son muchas y los desafíos enormes. Y salir indemne de todas las situaciones complicadas que se nos presentan a lo largo del curso, constituye, efectivamente, un gran logro. Pero reitero: a mayor reto, mayor satisfacción cuando el reto queda superado.

Y hoy, que tanto se habla (en la universidad y en otros foros) de constructos, modelos y paradigmas teóricos sobre educación y sobre orientación, es más necesario que nunca volver a la esencia de nuestra tarea: la escucha empática, la honestidad, la humildad, la sinceridad, el diálogo sereno y tranquilo... Transmitir optimismo, despertar ilusiones, construir personalidades sanas, liderar proyectos de cambio y mejora... Contribuir, en una palabra, a regenerar nuestro mundo y nuestra sociedad.